Para muchas empresas, el liderazgo a distancia ha pasado a formar parte de los hábitos de gestión, iniciados por la crisis de Covid en 2020. Ya sea por la digitalización del puesto de trabajo o por el auge del teletrabajo, ahora es imprescindible tener a mano las claves para gestionar con éxito el trabajo en equipo a distancia.
La importancia de la comunicación a distancia
Para comunicar con claridad, hay que seguir una serie de pasos. Hay que definir previamente las expectativas y hacerlas explícitas: explicar los objetivos, funciones y responsabilidades de cada uno para evitar malentendidos.
Una buena comunicación permite al equipo ser más proactivo y confiar en el trabajo que se está haciendo.
Las claves de una buena gestión remota
- Utilizar las herramientas adecuadas: Esto significa utilizar aplicaciones intuitivas que todo el mundo pueda utilizar. Por ejemplo, algunas de las herramientas de reuniones remotas más conocidas son Zoom, Slack y Teams. Otras herramientas de gestión de proyectos, como Trello, ayudan con la colaboración y el seguimiento de tareas.
- Retroalimentación periódica: Es importante mantener una retroalimentación constante y constructiva para garantizar la mejora continua.
- Empoderar a tu personal: Al darles nuevas responsabilidades, también les estás dando confianza en sí mismos. Un empleado seguro de sí mismo es un empleado más productivo. Esto ayuda a mantener el compromiso y la motivación.
- Sea transparente: Cuando algo no sale según lo previsto, hay que reaccionar, pero también hay que asegurarse de que la información fluye libremente entre todas las partes interesadas.
- Sea agradecido: Es importante reconocer los esfuerzos y éxitos de los empleados para mantener un buen estado de ánimo general. También tiene un impacto significativo en el bienestar y la salud mental de los empleados. A veces, los simples gestos de reconocimiento se agradecen y animan a los empleados a dar lo mejor de sí mismos.
- Crear un sentimiento de pertenencia: Asegúrese de mejorar la cultura de la empresa introduciendo rituales, por ejemplo: reuniones informales, creación de equipos virtuales, etc. Esto ayuda a garantizar que cada miembro del personal se sienta incluido y valorado, independientemente de su ubicación.
- Gestión y prevención de conflictos: las tensiones y los malentendidos deben tomarse en serio antes de que se agraven. Esto puede resolverse escuchando activamente.
- Fomentar la cohesión: Establezca proyectos de equipo para fomentar la colaboración y el intercambio de ideas.
Además de los puntos clave, será necesario poner en marcha herramientas de gestión del rendimiento a distancia que utilicen KPI claros y medibles, con el fin de comprobar los beneficios de una buena gestión a distancia.
De este modo, el equipo será más proactivo y podrá colaborar más fácilmente.