La gestión de un equipo no siempre es tan sencilla como parece. Es un papel gratificante que a veces puede resultar complicado. Trabajar en equipo es también saber manejar situaciones delicadas, para garantizar una buena cohesión entre colaboradores.
Los principales factores que contribuyen a la mala cohesión del equipo son:
– Indisponibilidad: es una razón comprensible pero rápidamente frustrante para sus colegas. Ser mánager requiere mucho esfuerzo y sobre todo en lo que se refiere a los intercambios con sus compañeros. Un manager que no está disponible para responder a las preguntas de su equipo, cuando se hacen de forma inteligente, genera desmotivación. Aprender a gestionar mejor el tiempo y estar disponible es esencial para conseguir un trabajo de calidad.
– La desorganización: para manager, hay que saber organizarse a sí mismo con el riesgo de arrastrar a su equipo a una mala gestión del trabajo. La desorganización es la causa de un trabajo descuidado y de una disminución de la eficacia. Para mantener la productividad óptima, asegúrese de que todo sea claro y preciso, incluso si es necesario, incluso volver a poner en marcha una nueva forma de organización.
– La falta de comunicación: no sorprende que la comunicación sea indispensable en el seno de un equipo. Cada persona es diferente, hay que saber adaptarse. Incluso en caso de conflicto, el respeto siempre debe prevalecer. Es cierto que ser buenos comunicadores no resolverá todos los problemas, pero permitirá retrasar los conflictos y comprender sus causas. Solo actuando de esta manera se podrán encontrar soluciones.
– Falta de tacto: volvemos al tema de la comunicación. Comunicar es una cosa, pero hay que hacerlo de la manera correcta. Tanto en el ámbito profesional como en el personal, es importante ser honesto y decirlo cuando algo va mal. Sin embargo, como cada persona tiene reacciones diferentes, el reto es saber cómo se abordará el tema. Esto es algo que se hace de antemano y ayuda a evitar malentendidos en situaciones de conflicto.
– Estrés: muchas personas se sienten abrumadas por el estrés. La diferencia es que, como manager, esto repercutirá en sus empleados. El estrés es contagioso y no permite trabajar en un entorno propicio para una buena productividad. Por lo tanto, es esencial trabajar este punto limitándolo o no mostrándolo.
Además, no dudes en pedir ayuda si la necesitas, ya que es probable que incluso un manager la necesite.
Dirigir un equipo requiere muchos esfuerzos. Algunas habilidades se adquieren con el tiempo, mientras que otras dependen de las soft-skills. La clave está en aprovechar los puntos fuertes del equipo y limitar los débiles haciendo las cosas bien.